Como veníamos anunciando, este sábado día 3 de junio nuestra peña hizo su debut oficial en la Copa Confederapeñas: un torneo de carácter amistoso y benéfico que cumplía su 5ª edición y en la que participan diversas peñas de equipos españoles con sede en Madrid.

Afrontábamos este torneo con mucha ilusión, ya que en ediciones anteriores pese a haber sido invitados, no pudimos participar al no reunir suficientes efectivos, unas veces por coincidir con compromisos importantes del Real Valladolid; otras por la cercanía de Valladolid con Madrid, algo que, respecto a otros participantes, nos penaliza ya que muchos peñistas aprovechan el fin de semana para viajar a casa. Este año, pese a que tampoco pudimos juntar una amplia nómina de jugadores, no quisimos perdernos este evento, y así, aunque algo cortos de plantilla, a las 9:30 estábamos preparados en el Polideportivo de La Elipa.

El resumen que podemos hacer de nuestra participación en el torneo es que “pagamos la novatada”, lo que unido a bastante mala suerte en el sorteo del calendario, no nos permitió rendir como nos hubiera gustado, ya que al hecho de solo poder presentarnos con 10 jugadores (algunos virtualmente retirados que descolgaron sus botas para la ocasión), se le unió el hecho de tener que jugar tres partidos de 50 minutos seguidos por la mañana, en los que, además, por lo general nos enfrentábamos siempre a equipos que venían de descansar.

 

 

Así, en la primera jornada debutamos contra la Peña Boquerones en Madrid (Málaga CF), que concurrió con una plantilla larguísima después de que, tal y como nos comentaron sus componentes, el año pasado les pasara lo mismo que a nosotros. Sin el hándicap físico, fue sin duda nuestro mejor partido, llegando a ganar por 4-2 en un momento del partido. Durante los últimos minutos, lastrados por el cansancio, vimos como nos remontaron hasta el 5-4 final (goles de Juan y 3 de José Ignacio).

Sin tiempo para descansar más allá de hacernos la foto de familia con el resto de peñas participantes, afrontamos a nuestro siguiente rival, la Peña Chamberí Blanquiazul (Deportivo de La Coruña), que jugaba su primer partido. Pese a que el rival no sacó su arma secreta con pasado en Primera División, dimos la cara a pesar del cansancio acumulado, perdiendo el partido por 3-1 aunque la sentencia gallega llegó en el último minuto. El gol nuestro fue obra de Andrés.

Acto seguido nos esperaba el que a la postre fue el vencedor del Torneo: la Peña Azul en Madrid (Real Oviedo), que venía además de descansar. Pese a lo abultado del resultado final (7-2) con goles de Fer Baró y Raúl Moreno, fue un partido en el que sacamos fuerzas de flaqueza para competir con la mayor dignidad, pero el rival, muy superior y que contaba con el mejor jugador del torneo, nos doblegó sin excesivos problemas tras un partido bastante accidentado pese al buen rollo que reinó durante todo el torneo con la peña carbayona. Nos alegramos enormemente que la aparatosa lesión del jugador oviedista quedase solo en un susto.

 

 

Tras jugar tres partidos seguidos a más de 30 grados y con solo tres recambios, llegó el momento del descanso, y nos fuimos a comer a un Burguer cercano para, a continuación, tratar de recuperar fuerzas en las praderas del polideportivo de cara a nuestro siguiente partido a las 17:00.

Pese a los intentos por recuperar fuerzas, las lesiones de Raúl y Fernando, unido a que Zigic tuvo que marcharse por obligaciones académicas (bastante esfuerzo hizo por ayudarnos pudiendo venir a la jornada matinal), afrontamos el último partido de fase regular totalmente desfondados y con solo 7 efectivos. Y para más inri, nos esperaba como rival la Peña Morriña Celeste (Real Club Celta), un equipo muy físico y con una plantilla larguísima que ganó las ediciones 2014 y 2015, y tercer clasificado en la última edición. En ese sentido, no podemos dejar de resaltar la deportividad de nuestros rivales vigueses que, perfectamente conscientes de las condiciones con las que afrontábamos el partido, en ningún momento quisieron cebarse con nosotros.

Finalizada la fase regular y de nuevo sin tiempo de descanso, nos quedaba un último cruce para dirimir posiciones finales contra la Peña Culturalistas en Madrid (CyD Leonesa), y aunque el cuerpo nos pedía abandonar el torneo por falta de jugadores sanos, no quisimos fallar a la organización retirándonos y disputamos como pudimos nuestro último partido.

Al final, el torneo se lo llevaron nuestros amigos de la Peña Azul en Madrid (Real Oviedo), tras una disputadísima final decidida en los penaltis contra el representante del Real Racing Club (Peña Vindio Sotileza). Finalizado el torneo, recogimos nuestra copa y nos despedimos del resto de peñas hasta el próximo año.

 

 

Como conclusión, no podemos dejar de resaltar tanto la magnífica organización del torneo, como el clima de sanísima hermandad y deportividad entre todos los equipos participantes por encima de rivalidades deportivas. Fue un auténtico placer compartir una jornada así con peñistas de otros equipos que viven a sus clubes como nosotros desde la distancia. Enhorabuena por ello a todos los participantes.

En cuanto a nuestra participación, muy orgullosos del esfuerzo realizado y con la experiencia de que, para próximas ediciones, para afrontar este torneo con garantías es requisito indispensable presentarse con mínimo 14 efectivos para poder competir con garantías y dosificarse dada la exigencia del calendario. Humildemente, de los 5 partidos que jugamos, 3 de ellos de no mediar cansancio y cortedad de efectivos, podíamos perfectamente haber obtenido mucho mejor resultado.

En ese sentido, desde la Peña queremos agradecer a todos los peñistas asistentes por su compromiso y disposición a participar y, pese al cansancio, el dolor y las lesiones, aguantar el tipo en el torneo hasta el final tratando de no fallar a la organización que confió en nosotros.

¡Nos vemos en la próxima edición!

 

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