Oviedo: esa ciudad que desde nuestro nacimiento como Peña del Real Valladolid en Madrid hace nada menos que diez años fantaseábamos con visitar en un desplazamiento masivo.  Por fin pudo hacerse realidad. Qué aficionado del Real Valladolid no ha visualizado infinidad de veces por youtube ese mítico 3-8 cuando aún el club carbayón jugaba en el viejo Tartiere y en el que, tras cada gol de Peternac o del Mami Quevedo, se aprecia perfectamente en uno de los fondos una multitud blanquivioleta vibrando y agitando sus bufandas en un clima de total sintonía con la afición rival.

Lo cierto es que el verano pasado, tras la enorme decepción del frustrado ascenso vía play-offs, uno de los pocos argumentos para nuestro consuelo de cara a la nueva temporada era saber que, por fin, tras nada menos que quince años, volveríamos a encontrarnos en partido liguero con el Real Oviedo, quizás el único club español que a día de hoy podemos considerar como nuestro amigo.

Así por ello, en cuanto en pleno verano (concretamente un 14 de julio) fue sorteado el calendario de la Liga Adelante 2015/2016, fuimos muchos los peñistas que ya marcamos en rojo el fin de semana del 12 y 13 de marzo como cita ineludible.

Oviedo - paisaje viaje

Paisaje nevado acercándonos a tierras asturianas

Fue a media mañana del 9 de febrero cuando La Liga confirmó por fin que el partido Real Oviedo – Real Valladolid correspondiente a la 29ª jornada de liga de Segunda División se jugaría el sábado 12 de marzo a las 20:15 y, apenas media hora después de oficializarse el horario, la Peña ya tenía reservadas un puñado de habitaciones en un hotel de la capital del Principado de Asturias.

Durante la semana previa al partido y a pesar de que veníamos de una lamentable derrota en casa contra la S.D. Huesca que nos dejaba clasificados en tierra de nadie, pudimos comprobar cómo, pese al clima de decepción, la ilusión por acompañar al Pucela en un escenario como Oviedo seguían intactas y nos encontrábamos en vísperas de uno de los desplazamientos más numerosos de la afición del Real Valladolid en los últimos años. No podíamos perdérnoslo.

Llegado el día, a las 8:30 horas de la mañana del sábado y en un total de cuatro coches, el grueso de la expedición peñista partía de diferentes puntos de Madrid para encarar, cargados de ilusión y ganas, los aproximadamente 450 kilómetros que nos separaban de la capital ovetense, donde se unirían a nosotros, procedentes de Valladolid, algunos amigos más.

VIaje Oviedo Marzo 2016

Paseando nuestros colores por las calles de Oviedo

Desde el mismo momento en que pusimos pie a tierra en Oviedo comprobamos que la ciudad estaba ya literalmente teñida de colores blanco y violeta: más de 1500 incondicionales procedentes de Valladolid tanto en coches particulares como en una caravana de autobuses casi sin precedentes compartirían con nosotros la ansiada experiencia de animar al Pucela en el flamante y precioso estadio Nuevo Carlos Tartiere.

Así, en cuanto dejamos las maletas en el hotel y sin perder un solo segundo, nos dirigimos al centro de la ciudad para integrarnos de inmediato en la fiesta de la afición y, por supuesto, disfrutar de los manjares tanto sólidos como líquidos que ofrece la maravillosa Asturias.

Tras un breve aperitivo y un primer ensayo en el arte de escanciar la sidra, nos acomodamos en un restaurante de la populosa calle Gascona -conocida también como “bulevar de la sidra”- con la firme intención de probar y desafiar el enorme, afamado y genuino cachopo asturiano.

Sin tiempo para la sobremesa y parándonos a cada minuto para charlar amigablemente con un sinfín de aficionados oventenses que nos deseaban suerte para las próximas jornadas, pusimos rumbo hacia la Plaza de Pedro Miñor, punto elegido por las Federaciones de Peñas del Real Oviedo y del Real Valladolid para disfrutar de un pre-partido conjunto y en un clima de sanísima hermandad.

2016 - Escanciando en Oviedo

Escanciando sidra en la calle Gascona

Lo que pasó durante los 90 minutos de partido en el césped del Carlos Tartiere por todos es conocido, pero las sensaciones que experimentamos en el graderío de fondo donde nos situábamos los más de 1.500 hinchas pucelanos fueron realmente inenarrables y solo quienes tuvimos la enorme dicha de vivirlo en persona podemos hacernos a la idea: 1.500 voces dando alas y animando sin parar al equipo hasta el punto de que, gente que lo estaba viendo por televisión, nos escribía para decirnos que solo se oía a la afición del Pucela.

Acabado el partido y a la espera de que nos autorizasen a abandonar el estadio se vivió uno de los momentos más emocionantes del fin de semana ya que, ante la insistencia de la gente, los jugadores salieron del vestuario para saludar y agradecer el apoyo a una afición absolutamente entregada. Las caras de felicidad de los desplazados era la de las grandes ocasiones y el últimamente tan sonoro cántico de “Sí se puede” estamos seguros de que llegó a toda la plantilla como conjura definitiva para dejarse la piel y tratar de remontar esas posiciones necesarias para pelear el ascenso hasta el final.

Desde el Carlos Tartiere repartidos en varios taxis regresamos de nuevo a la calle Gascona para celebrar la victoria y reponer fuerzas en la terraza de una popular sidrería en la que ni siquiera el frío que hacía nos desanimó.

Oviedo - Carlos Tartiere

Felices tras el resultado en el Carlos Tartiere

Para rematar la jornada nos dirigimos a la zona de la Catedral con la idea de continuar la fiesta hasta altas (algunos altísimas) horas de la madrugada en diferentes pubs y discotecas donde, pese a seguir ataviados con nuestras camisetas blanquivioletas, la deportividad y el clima de fraternidad con la parroquia ovetense fue de nuevo digna de reseñar, elogiar y agradecer.

La mañana del domingo, ya lo suficientemente descansados, dejamos el hotel y nos acercamos a un restaurante cercano para disfrutar de una última comida asturiana antes de coger los coches e iniciar el viaje de regreso a tierras madrileñas.

Desde La Peña del Real Valladolid en Madrid no queremos dejar pasar la oportunidad de agradecer tanto a la ciudad de Oviedo como a la fantástica afición oviedista su magnífica acogida. Por supuesto, dar un abrazo a los muchos amigos de diferentes peñas pucelanas con los que tuvimos la oportunidad de compartir pre-partido primero y de brindar por la victoria después y, como no podía ser de otra forma: agradecer y felicitar muy especialmente a la Federación de Peñas del Pucela por su incansable trabajo durante las semanas previas al partido y todo el fin de semana.

Contamos los días para regresar a Oviedo y no dejamos de soñar con que la próxima vez que nos veamos, sea muy pronto y en Primera División.